En la bella y fértil quebrada de Tarapacá, rodeado de un candente desierto, surge un poblado, lleno de historia y fé, el POBLADODO DE SAN LORENZO DE TARAPACA.
A 1350, m.s.n.m., en la comuna de Huara, distante a 29 kms de esta localidad, en la Provincia del Tamarugal y a 102 kms de Iquique, en la Región de Tarapacá Chile, se ubica este poblado, otrora centro de grandes fortunas con una inmensa historia, desde tiempos prehispánicos, por su importante producción agrícola, siendo altamente poblada en el periodo del Tahuantinsuyo, ya que estaba en la ruta del Camino de Inca.
Luego con la llegada de los españoles, la primera misa celebrando el día de San Lorenzo, se señala en el año 1536, por Fray Antonio Rendón Sarmiento, con el tiempo transformándose en cuna de importantes familias españolas, limeñas, potosinas, cusqueñas y arequipeñas.
Prueba de eso es que de estas calles fuera el cuatro veces presidente del Perú, Sr. RAMON CASTILLA Y MARQUEASO (1798-1867), reconocido como un industrializador de su país y del desarrollo minero del guano y del salitre.
Como también ANTONIO GUTIERREZ DE LA FUENTE, (1796-1878) quien fuera presidente provisorio del Perú siendo un destacado militar y político quien llegara a ocupar el alto rango de Gran Mariscal del Perú.
La quebrada de Tarapacá, por su importancia, también sintió y fue parte de los diferentes procesos históricos que ha vivido la zona, como las diferentes ocupaciones de las tropas de las rebeliones contra los españoles de Túpac Amaru II, Túpac Catari y de Tomas Paniri, entre 1780 y 1782, que fueron apaciguadas con tropas realistas provenientes de Arequipa y Arica.
También los primeros gritos de independencia resonaron entre está quebrada, pero con los colores de Buenos Aires, corriendo el mismo destino que las revueltas anteriores, pero esta vez por los independentistas que dirigían también desde Arequipa y Arica, quienes lograron que el 28 de julio de 1821, José de San Martin proclamara su independencia.
Pero esta zona de grandes riquezas y de ubicación estratégica en medio del desierto, era ampliamente deseada por las distintas naciones que se formaban, es así, cuando aún Perú, buscaba su consolidaron, tropas Bolivianas, de lo que es el antiguo Alto Perú, tenían como objetivo que las provincias del sur, que eran Moquegua, Tacna, Arica, Chucuito y Tarapaca, se incorporaran a esta nueva nación, pero fueron los mismos tarapaqueños quienes rechazaron este objetivo, manteniéndose a la naciente nación del Perú.
Tras este episodio, Tarapacá se mantuvo como centro, económico y político, era la capital administrativa de la zona, es por esto la importancia que cobra, para las tropas chilenas durante la Guerra de Pacifico, en el comienzo de esta, el 27 de noviembre de 1979, en lo que se conoce como la Batalla de Tarapacá, los ejércitos aliados de Perú y Bolivia, esta vez, vence a un reducido grupo del ejército chileno, que tras la importante victoria Chilena en la Batalla de Dolores, la que había sido decisiva en lo que se conoce como la campaña de Tarapacá, estaba dirigida principalmente al dominio de las localidades costeras, lo que permitió que las riquezas del salitre, fueran ocupadas por el ejército chileno para continuar con esta guerra.
Tras el término de la guerra, se firma el tratado de Ancón en 1884, que entre otras materias, entrega a perpetuidad el territorio denominado Departamento de Tarapacá, donde está situado este poblado a Chile.
Con el auge salitrero, se desarrollan los puertos de embarque, como Pisagua e Iquique, Caleta Buena, Mejillones del Norte, desplazándose hacia el sector costero la fuerza de influencia de la región, perdiendo gradualmente su relevancia geopolítica, hasta convertirse en un poblado que durante el mayor tiempo del año, viven cercad de 100 personas, cuidando sus calles e historia.
Pero la fé ha transformado este poblado, de ser centro administrativo a centro de oración y procesión, todos los años en el 10 de agosto, día del santo patrono SAN LORENZO, en que miles de peregrinos bailan y solicitan favores, se colma de vida colores, música y bailes, provenientes de no solo de las ciudades cercanas, sino también de los países vecinos.
Pero atención, San Lorenzo es un santo rencoroso con quienes no le cumplen, y tal como dice la historia, que falleció quemado por los Romanos, es el fuego el que arrasa las pertenencias de quien le falla en el cumplimiento de sus mandas, bajo esta mirada se justifican los grandes incendios en Iquique y en las ciudades cercanas como también lo ocurrido en la Oficina Salitrera Rosario de Huara, que en agosto de 1938, tras la negativa de los dueños de esta de autorizar a los trabajadores a participar de esta peregrinación, el mismo día en que salió a recorrer Tarapacá{a en santo patrono, esta Oficina se incendió, ardiendo el poblado y el salitre en medio del desierto..
El santo Patrono, reposa en la Iglesia Parroquial de San Lorenzo, construida en el siglo XVII en un estilo surperuano, con techo de mojinetes a dos aguas (de orden incásica), pero este santo esconde un misterio, según una antigua vecina del sector, que mostrare en un próximo video que estará disponible desde este blog.
No te lo pierdas y mientras tanto disfruta de estas fotografías.
FOTOGRAFIAS E INVESTIGACIÓN HISTORICA : FELIPE OLAECHEA